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DEL LIBRO DE LA VIDA EN PLENITUD


I

 

Leed con atención, tú, que deseas vivir la vida en plenitud, estos códigos, que te entrego en este momento de tu existencia.

 

II

 

Repítelos cada día y consérvalos en tu memoria, que de ellos aprenderás a comportarte en la vida.

 

III

 

Ellos serán tu guía y guardián en los momentos más cruciales de tu vida y aún en los acontecimientos más simples de tu acontecer diario.

 

IV

 

Cada día sentirás la verdad de estos códigos y ellos te harán amar y ser más fiel a ti mismo alcanzando la vida en plenitud.

 

V

 

Medita bien cada código, asimílalo, así nunca fracasarás en tus menesteres ni en lo que te propongas realizar.

 

VI

 

Abre tu mente y espíritu a todas las cosas que te rodean, sin negarte la posibilidad de descubrir nuevas emociones en tu vida, pero no hagas nada que pueda causar daño a tu persona o a los demás; lo importante es vivir plenamente y no malgastar la vida buscando un falso sueño.

 

VII

 

Desprecia al que te engaña una vez, porque siempre buscará  la forma de engañarte o de asaltar tu buena fe. Repúdialo desde que descubras su falsedad, si es falso con otros, a ti te hará lo mismo y será más triste porque tú ya lo sabías.

VIII

 

Ofrécele la mano a tu amigo, sírvelo en todo lo que te sea posible, comparte con él cuanto puedes compartir, pero si infringe este precepto, déjalo e ignóralo que el tiempo será su verdugo.

IX

 

Si alguien te confía un secreto, guárdalo en lo más íntimo y profundo de tu ser y que tu vida sea el guardián.

 

X

 

Si alguien te encomienda algo, cumple el compromiso, porque tu palabra es garante y el otro espera lo mismo.

 

XI

 

No deja que tu ambición te asfixie, todo lo que esta, no se irá contigo el día de irte para siempre y ese día de despedirte solo llevaras tus recuerdos que es tu única posesión.

 

XII

 

Tu sabes lo que realmente deseas o te conviene en tu vida, o pretende saberlo, si descubres la verdad de tus deseos, síguelos y sé fiel a ellos, así lograrás la meta que te has impuesto.

 

XIII

 

No le temas al futuro, no le temas a la vida, ella es simple, solo uno traza el camino del triunfo, o del fracaso, o simplemente vegeta.

 

XIV

 

No dejes que nadie manche tu nombre, él es sagrado, ni tampoco hagas nada para mancharlo, recuerda que solo hay una vida para vivir, que lo que se ensucie en esta, sucio quedar  y por más que se muera no se podrá desmanchar.

 

XV

 

Ama la vida con toda tu pasión, vive plenamente cada segundo de ella sin causarte daño, pues no tendrás posibilidad de otra vida después de ésta.

 

XVI

 

Nuestros pensamientos están llenos de deseos y pasiones al igual que de una gran expectación de la vida, pero reprimimos y condenamos nuestros actos porque creemos que son pecaminosos. La realidad es que nuestra vida va tras la satisfacción de los sentidos en concordancia con la existencia.

 

XVII

 

Dejemos que la libertad habite en nuestra vida para que ella alcance su más alta gratificación en armonía con la naturaleza. No le neguemos a nuestros sentidos las necesidades que ellos reclaman como un derecho natural. La vida es única y es la que vivimos ahora y cada día en mayor o menor grado. De ella dependemos para que nuestra conciencia viva en su más completa vitalidad y armonía con el mundo que nos rodea.

 

XVIII

 

Miramos con curiosidad a nuestro alrededor, observamos a nuestros semejantes, pero actuamos como si nos protegiéramos de nosotros mismos, tememos ser honestos y expresar nuestros deseos a aquellos que nos gustan o nos atraen y vivimos reprimiendo nuestros instintos humanos. ¿No es más sencillo tomar de la vida lo que ella nos ofrece y vivir en plenitud?

 

XIX

 

Vivimos como prisioneros de la vida, porque ignoramos que la vida es el sentido de la libertad.

 

XX

 

Juzgamos e racionalizamos cada acto, creyendo que así ejercemos una actitud de superioridad frente a nosotros mismos y de esta forma nos sentimos dueños de nuestro destino. Pero es más superior aquel que vive en concordancia con sus necesidades vitales sin condenarse por sus actos naturales.

 

XXI

 

La evolución ha sofisticado nuestros sentidos y capacidades, pero pocas veces hacemos uso de ellos por temor a falsas creencias; ¿o acaso aquellos que han predicado o predican la abstinencia no tienen sentidos o necesidades vitales?

 

XXII

 

Hoy más que nunca hemos adquirido conciencia de nuestra existencia y hemos evolucionado tecnológicamente, lo cual nos ha llevado a gustarnos más abiertamente y a vivir en concordancia con nuestras necesidades.

 

XXIII

 

El hombre no puede negarse el derecho a vivir en plenitud, y a deleitar de la vida sus más hermosas satisfacciones. Pues ella da el sentido de la vida.

 

XXIV

 

Cada ser humano tiene su reloj interno y funciona al ritmo de su balanceo natural.

 

XXV

 

La ambición es una pasión de ciertos seres humanos, ella no va ligada a los sentidos sino a una condición mental. Deja que los buscadores de fortuna y gloria vivan sus momentos, que al final pasarán como agua debajo del puente.

 

XXVI

 

Cuando se piensa en la muerte, se piensa en el fin de la vida y esto nos atemoriza y nos conmueve hasta que nos acostumbramos a este designio. Pero la muerte es el fin vital de la existencia.

 

XXVII

 

La vida es la energía vital de todos nuestros deseos. Ella nos hace trascender y buscar lo más entrañable de la existencia. Porque en cada latido se nos va la vida.

 

XXVIII

 

Amamos la vida porque es lo único que nos pertenece y en el transcurso de ella sentimos nuestras pasiones. Pero cuando tomamos conciencia de nuestra existencia bebemos todo cuanto ella nos ofrece.

 

XXIX

 

El ser humano teme a lo desconocido y la muerte es su mayor temor. Pero si se detiene un instante a pensar, descubrirá  que ella es un hecho natural.

 

XXX

 

El ser humano se preocupa por su alma o espíritu y cree en su eterna existencia después  de la muerte o reencarnación.  Cuánta sandez se ha dicho alrededor de este simple hecho natural. La verdad es que el alma o espíritu es solo la esencia vital de la vida, pero cuando la vida culmina, todo termina.

 

XXXI

 

El temor es un engendro de la muerte y la vida es el sentido vital de la existencia.

 

XXXII

 

Cuando el hombre se libera del temor, en él nace  la vida en plenitud.

 

XXXIII

 

Los seres humanos pasan la vida recreándose con la imagen de la muerte, pero no se detienen a pensar que la vida es más hermosa que la muerte misma.

 

XXXIV

 

Cuando  se vive en plenitud es como si mil puertas se abrieran dejando pasar frescura y bienestar. Entonces nuestro Yo irradia energía prodigándola a nuestro alrededor.

XXXV

 

Amate a ti mismo sobre todas las cosas porque tú eres el sentido de la existencia y las cosas que están en el universo te pertenecen, porque tú eres el sentido de la existencia.

 

XXXVI

 

El universo evoluciona y tú eres parte de esa evolución, ayuda a que tu evolución sea más rápida dentro de ti y así te alcanzarás a ti mismo.

 

XXXVII

 

"Son muchos los llamados y pocos los elegidos", dice el precepto, pero ellos representan los muchos y tú eres el elegido.

 

XXXVIII

 

No te tengas miedo, teme a aquellos que con mentiras crean verdades, subyugan a inocentes o pobres de espíritu y se han sostenido por milenios. Tú eres verdad y  camino, eres la verdad que desaloja la mentira y el engaño.

 

XXXIX

 

En la mente y en el deseo están escondidas las verdaderas pasiones de la vida.

 

XL

 

Si alguien te humilla, deja transcurrir el tiempo, y como araña que teje, espera pacientemente que él algún día caerá en tu red, entonces reivindica esa humillación, pues así, has demostrado qué importante eres, no solo ante ti, sino ante quienes te rodean.

 

XLI

 

Nunca le des tregua a tus enemigos o a aquellos que te combaten, cuando tu caigas se burlarán de ti y usarán todo pretexto para ufanarse a tu espalda. Usa todo tipo de astucia para combatirlos, y recuerda, mantén tu sonrisa a flor de labios y sé impávido. Quienes triunfan son aquellos que no temen a la victoria o al qué dirán.

 

XLII

 

Si en un momento de tu vida sientes que te desangran, detente un instante a meditar lo que está  pasando, averigua las causas que lo causan y cuando lo sepas entonces regresa a la intimidad de tu alcoba, como quien planea un asalto, prepara la cura para el mal que te aqueja, que no sepa tu almohada lo que planeas porque es tu vida la que estás salvando y quizás la de otros que te siguen y dependen de ti.

 

XLIII

 

Confía en tu instinto o en tu olfato, en tu razonar premonitorio, pues muchos vienen a ti como amigos o pretenden serlo, pero realmente son tus enemigos, son los vampiros que succionan todo lo que más pueden de ti, mientras a tu espalda se burlan de ti.

 

XLIV

 

Si alguien te da algo, espera la recompensa, págale para que no quede deuda pendiente, recuerda que cada ser humano tiene su precio, aunque simplemente sea una sonrisa.

 

XLV

 

En las empresas o negocios no se tiene amigos, solo compañeros de negocios o de viaje y cuando ellos ven la oportunidad, te cortarán el pescuezo para quedarse con lo tuyo.

 

XLVI

 

Amigo es aquel que comparte cosas simples de la vida contigo y espera verte siempre bien, pero cuando el dinero o cosas materiales se mezclan. Adiós amigo y bienes materiales.

 

XLVII

 

El verdadero amigo es aquel que comparte tus fracasos y triunfos, te tiene en cuenta en los momentos cruciales de su vida o te da la mano cuando tu la necesitas, sin esperar de ti una recompensa, cuida de lo tuyo igual que lo de él aumentado y corregido.

 

XLVIII

 

Los seres humanos están representados por aquellos que lo quieren todo, los que simplemente te quieren y los que quieren simplemente vivir; hay también aquellos que no quieren nada, pero siempre están.

 

XLIX

 

Piensa en lo que quieres de la vida, y sé honesto. Engañarte es el mayor desastre, recuerda que siendo sincero, alcanzarás todas las metas que te propongas.

 

L

 

Busca tu camino y sé fiel a él, allí encontrarás todo lo que deseas y quizás más de lo que esperas, pero ante todo sé sincero a ti y deja que los demás aspiren a lo que ellos crean.

 

LI

 

La envidia es el sentimiento de los inútiles y castrados, que tú no seas uno de ellos. Deja que los demás sueñen o triunfen, regocijase de ser quizás parte de esos sueños o triunfos. Desgraciado serás si eres un envidioso.

 

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